Tuesday, November 07, 2006

Cazador blanco, Corazón negro (Clint Eastwood, 1990)

El enorme búfalo macho se debatía en una lucha de sangre y cuero con el acero alojado en su lomo. Ardían en su interior el deseo de morir y sueño de vivir. La bala aún hervía por el gusto a pólvora y libertad. Su vida había sido breve. De la tripa del cargador hasta la tripa del búfalo. 0,4 segundos libre en el aire. Morirás conmigo, le dijo la bala al búfalo. La muerte es un viaje demasiado largo para realizarlo solo.

Que pena la fábula de la bala y el búfalo, ¿moraleja? Que todo tiene su momento y su final, y al formato de este blog le ha llegado el suyo. No habrá más películas (bueno, alguna de vez en cuando sí). Luanda es una buena oportunidad para que seais más conscientes de otros mundos y es mi deber mostraros lo que mis ojos azules, pero que parecen marrones, contemplan. Ya se está fraguando una serie de documentales monotemáticos (yo soy el tema más mono). Para los que la idea de no ver más carteles de movies les ponga tristes, no os preocupeis, habrá días futuros y noches oscuras para nuestras charlas tipo el Garci (pero de izquierdas, claro).

1 Comments:

Blogger Ana G. Méndez said...

¿tu nueva mascota? que sepas que me está gustando mucho el blog. además te doy un punto positivo por no subordinar toda oración que se te cruza en el camino :D. muchos besinos frios, muuuuuy frios

9:42 AM  

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