Edson o el bello arte del sablazo

Los gabachos de la petrolera Total celebraron una fiesta este vierne en uno de sus edificios con piscina. Cantidades ingentes de bebidas y comida saturadas de frases en french. Allí estaba la élite de los ingenieros, geólogos, etc de Francia. Individuos que hace pocos años eran los pardillos caneados y aíslados en la clase, asentían sin darse cuenta como diciéndose a sí mismo "Oui, François, eres un triunfador. Aquí estas tú, con tu pinta de tonta copia de americano tonto , tu novia negra que ni siquiera entiende lo que le dices. Oui, François, eres un triunfador" Mientras ellos se tiraban a la piscina y bailaban como epiléticos, yo, recordando mis tiempos de Manchester, me zampé 2 kilos de carne, 1 kg de pasteles de chocolate y robé una botella de Chivas.
Pero aunque no lo creais, el arte del sablazo en mí no tiene semilla. Creedme. Hace una semana conocimos a Edson, supuestamente curra de informático en una gran empresa, supuestamente es sobrino del 1º Ministro, supuestamente liga con modelos, pero lo único cierto entre tantos supuestos es que el tío tiene un don natural para choricearte. Empieza con 10 $, tímido como quien juega al poker por primera vez, luego coge confianza y no para. Le pagas la entrada de las discos, las bebidas, la comida en los restaurantes. Su cartera siempre anda perdida, su movil sin batería, su coche si gasofa. En un movimiento de 1,2,3 touché yo he visto perder mi movil y cerca de 60 $. Pero ya reconozco sus pasos y sus estocadas tienden a ser ahora más bravas. Ahora necesita dinero para una tiendo o su madre necesita medicinas o te pide 5.000 kwanzas del tirón.
El problema del mal mago no empieza cuando le pillan el truco sino cuando una vez éste ya es conocido, quiere continuar haciéndolo.